Tegucigalpa, Honduras.- Siguen surgiendo reacciones luego de que el futbolista Adaly “La Aguja” Bonilla agrediera, en un acto antideportivo, al árbitro Nelson Murcia mientras se jugaba el partido Carbonal FC vs Roma en la Liga Mayor de Honduras.
El incidente ocurrió en el estadio Juan de Dios Martínez de Sonaguera, Colón. Bonilla en un acto de ira perdió el control y se lanzó con una patada voladora contra el juez principal, misma que hasta le rompió la camisa.
El partido, que se disputaba con normalidad, tuvo que ser suspendido de inmediato por la cuarteta arbitral cuando restaban apenas ocho minutos para el final. En ese momento, el marcador favorecía 2-1 a Roma.
Ante esto varios sectores reaccionaron, de hecho, el Colegio Nacional de Árbitros de Honduras decidió suspender los servicios arbitrales en los torneos regionales a nivel nacional hasta nuevo aviso.
Además, la Federación de Fútbol de Honduras ordenó «aplicar, sin dudarlo, todo el peso de la ley», por lo que se viene un severo castigo para el jugador del Carbonal FC como consecuencia de la agresión protagonizada.
Me dirijo a ustedes en ocasión de hacer referencia a un repudiable y grave incidente de agresión que tuvo lugar recientemente durante un partido de fútbol de una liga de nuestro país, en el cual un jugador agredió al árbitro central.
Este tipo de actos es absolutamente inaceptable y va en contra de los valores deportivos que promueve la Federación de Fútbol de Honduras (FFH).
En vista de este suceso, y con el firme compromiso de erradicar cualquier forma de agresión en el fútbol, se les instruye de manera obligatoria comunicar a todas las comisiones disciplinarias bajo su jurisdicción que deben aplicar, sin dudarlo, todo el peso de la ley a cualquier jugador, directivo u oficial que agreda a un árbitro u oficial de partido.
Es de obligatorio cumplimiento lo establecido en el Artículo 49 numeral 3 del Código Disciplinario de la FFH, para casos específicos de agresiones contra árbitros. Este artículo fue reformado precisamente para endurecer las sanciones y evitar que situaciones de esta índole vuelvan a ocurrir. Es imperativo que las sanciones establecidas sean ejecutadas con firmeza, demostrando el compromiso para que exista un ambiente deportivo seguro y respetuoso.
La Federación de Fútbol de Honduras no tolerará violencia de absolutamente ningún tipo. Reiteramos que debe existir una política de CERO TOLERANCIA ante cualquier agresión, especialmente aquellas dirigidas a los oficiales de partido, quienes son fundamentales para el desarrollo justo y ordenado de cada encuentro.